Nunca me gusto mucho el fútbol creo que fue porque fui criada en ese circulo. Me obligaban a ir a la cancha y si no iba escuchaba puteadas del estilo "no te importa la familia". Varias veces me tuve que tragar 90 minutos para no quedar mal ante la famosa situación "NO VISTE EL PARTIDO?! NO TE GUSTA EL FUTBOL?! COMO NO TE GUSTA?! PERO, PERO..."
Hoy en día es un poco distinto. Es la primera vez que vivo un mundial en mi país y encuentro que yo también he cedido ante la fiebre nacional del mundial. Me doy cuenta de que vivo cada minuto que juega Paraguay como si fuera el último de mi vida. Entro al facebook y le resfrego en la cara a mis amigos que viven afuera que su selección perdió ante la nuestra o que se descalificaron. Me puteo con socios porque no estoy de acuerdo con lo que piensan. Me comporto como un animal totalmente controlado por el fútbol.
Se dice que el fútbol es el opio de los pueblos. Y lo es. En Paraguay el presidente declara absuelto, los alumnos ni aparecen por clase, cualquier día de la semana se convierte en un domingo de asado y los perros tienen excusa de sobra para juntarse a chupar.
No existe otro tema que no sea fútbol. Todas las marcas buscan una manera de conectarse con su consumidor a través de este opio. Hasta sentimos abstinencia de Shakira si no escuchamos más "Waka Waka". Hasta yo estoy acá, escribiendo un post sobre el tema.
Pero no me mal interpreten. Este post no es sobre el mundial en si. Les dejo un video y algunas fotos para que vean lo que hacemos algunos de nosotros un domingo de mundial cuando no juega Paraguay. ;)