miércoles, 28 de marzo de 2012

PRIZ PRAZ PRUZ


"Te voy a Priz Praz Pruz hina si me seguís hinchando" le dijo Eddy. "É milho" la había bautizado unos días atrás y según Penelope "Así mismo nio es, fiesta, kilombo, explota". Del lado oscuro, el clan Yakuza demostraba su desaprobración absoluta acechando con la sombra de La Geisha sosteniendo su katana con la mano derecha.

La crisis de identidad venía hace tiempo. A la hora de firmar alguna de sus obras prefería no firmarlas. Si, manejaba el concepto de que uno encuentra lo que busca cuando lo deja estar, pero el tema le revolvía la cabeza de vez en cuando.

Su nombre artístico tenia que expresar algo más que solo letras convertidas en palabras pero sin perder el nombre que tanto la caracterizaba. Hasta que Priz se convirtió en un anagrama asimilando a una zebra un poco rayada, y se animó a cruzar la frontera.

Conoció a Anarkia en persona y descubrió porque habia elegido referirse a sí misma como tal. Su nombre reflejaba a la persona. Zipra sin embargo no decia nada más que prisa y a la hora de explicarlo no sonaba muy convencida.

De vuelta a su tierra fué a visitar el templo Yakuza donde brevemente introdujo la cuestión que agravaba su mente, el nombre artístico. Entre café y champagne Zipra se había convertido en Bip Bip, el sonido de una bomba a punto de estallar.

Bip Bip era tan potente que en uno de sus estallidos, una vez más entre café y champagne, se tropezó, hizo Priz Praz Pruz y perdió la pierna derecha. Tan permanente fue el daño causado por un leve tropiezo, que Bip Bip se convirtió en un golpe de estado, Priz Praz Pruz.